Cremas solares: cómo protegerse y broncearse a la vez

El moreno favorece y una piel con un tono doradito siempre queda más bonita que una pálida. Por eso, muchas personas buscan cremas para broncearse y estar protegidas.

Aunque es habitual creer que por usar una protección elevada no te pones morena, cuando en realidad sí que puedes conseguir un bronceado que además sea saludable.

Y es que lo más importante es tener la piel sana y bonita.

¿Alguna vez te has preguntado cómo es tu protector solar? No todas las pieles son iguales y debes tener un cosmético acorde con tus necesidades. 

A continuación, te desvelamos las claves para conseguir un bronceado ideal protegiendo tu piel y qué tipo de productos deberías usar.

Elige un protector de amplio espectro

Debes fijarte en que proteja de la radiación ultravioleta B (lo que establece el SPF) y A (el bote debe contener una A con un círculo).

Además, hay que tener cuidado con los rayos infrarrojos, pues son más del 50% de la radiación solar) y la luz visible, que genera daño en la piel.

Hoy en día se ha descubierto que incluso la luz azul, la de tu ordenador o tu móvil, también afecta de forma negativa a la piel.

Uno de los mejores cosméticos para protegerte del sol, y por tanto ciudad tu salud, son los que ofrece ESTHEDERM, sobre todo los específicos de ‘Sol fuerte’.

Esta crema potencia un bronceado duradero, reafirma, combate las arrugas y protege del sol de manera óptima.

Está disponible en crema para el rostro y bruma corporal. Una fantástica  elección.

Usa al menos un factor de protección 30

Sí, y no tengas miedo de no coger color porque eso es un mito. Incluso debes protegerte los días nublados y cuando ya estás bronceada. 

La piel es un órgano y hay que mimarlo.

Debes saber que con un SPF 20 solamente se filtra el 90-95% de la radiación. Por eso, lo recomendable es utilizar un SPF de entre 30 y 50.

En este sentido, el SPF solamente se refiere a los rayos UVB y cuanto más alto sea el fotoprotector mejor protegerán del resto de radiaciones.

Asimismo, solemos aplicar menos cantidad de la recomendada.

Un truco: dibuja dos líneas a lo largo de tus dedos para darte la cantidad correcta.

Te recomendamos Protection U. V. (Spf 50) de BIOLOGIQUE RECHERCHE, una potente combinación de filtros minerales, vegetales y enriquecidos con principios antiedad, calmantes, anti-manchas e hidratantes ¿quién da más?

Fíjate en los filtros físicos, químicos y biológicos

Lo mejor es adquirir fotoprotectores  que combinen estos tres filtros por varias razones:

• Los filtros físicos, gracias a sus partículas, reflejan la radiación y por tanto evitan que penetre.
• Los químicos no solo absorben la luz ultravioleta, sino que transforman su energía en elementos inocuos para la piel.
• Los biológicos aportan antioxidantes estables muy beneficiosos para la piel.  

Fotoestable y resistente al agua y al sudor

La luz, el calor y el agua no deben hacer desaparecer tu protección solar. Esto sucede cuando tras dos chapuzones no queda crema en la piel.

De hecho, debe resistir el 80% a la humedad.  

Así es que, si eres de las que te gusta el agua y no vas a la piscina o la playa solo para tomar el sol, ten en cuenta que resista a esos baños para no tener que estar aplicándote la crema cada 10 ó 20 minutos.

Lo mismo en el caso de que tomes el sol de forma indirecta porque haces deporte. El propio sudor también hace que se elimine la crema y con ello, la protección.

Ten en cuenta tu tipo de piel

Cada piel es diferente y, por tanto, debes elegir tu protector adecuado.

Si tu piel es mixta, grasa o con tendencia al acné, apuesta por un fotoprotector con efecto mate. Así, el sebo no se encapsulará y la piel se verá más lisa.

Si tienes manchitas, debes tener especial cuidado porque el sol empeora la hiperpigmentación. No obstante, ya hay productos que además de protegerte del sol inhiben la síntesis de melanina.

Doctor Babor tiene una crema especial para las manchas de la edad que además lleva un FPS 3o.

Además, hay fórmulas con color para lucir un tono uniforme.  

Las pieles sensibles, con alergias, rojeces o rosácea sienten escozor o incluso dolor cuando les da el sol. Por tanto, deben escoger fotoprotectores con efectos calmantes y cremas específicas con pantalla total como este protector de Institut Esthederm

Lociones ligeras de fácil absorción

A todas nos molestan las marcas blancas de la crema del sol en la cara y queremos evitar aquellas que te manchan y son demasiado densas.

Además, hay productos pegajosos o que dejan muchos residuos en la piel.

De ahí que en los últimos años no se ha trabajado tanto en moléculas sino en texturas para favorecer la ligereza y la rápida absorción.

Si te da mucha rabia este tipo de texturas, pregunta siempre por esto antes de elegir tu solar. Aquí tienes algunos consejos a la hora de aplicar tu crema de sol.

Formatos cómodos y prácticos

Además del formato clásico en bote, puedes encontrar sprays, aceites o emulsiones en diferentes tamaños.

Te recomendamos llevar siempre un protector de tamaño viaje en el bolso para plantarle cara al sol en todo momento.

Además, hay que prestar especial atención en zonas sensibles como las orejas, la nariz o las cicatrices para evitar lesiones.  Lo suyo es que tengas un protector específico para la cara y otro para el resto del cuerpo.

Los faciales suelen ser de menor tamaño y son más cómodos para llevar siempre encima.

Tu fotoprotector ideal se adapta a tu actividad

Además de pensar en la formulación, tu tipo de piel o formato, debes tener en cuenta para qué y cuándo vas a utilizar la protección solar.

No es lo mismo ir a la playa de relax o hacer deporte al aire libre. Por tanto, una textura en aceite irá fenomenal para hidratar la piel, pero no será muy efectiva si sales a correr o nadar

Fíjate que la fórmula aumente su protección en el agua o con el sudor.  

Que no pique en los ojos

Este dato siempre viene en el envase y es importante, sobre todo a la hora de hacer ejercicio porque vas a sudar y es de lo más incómodo.

Lo normal es que el sudor se mezcle con la crema y resbale por los ojos.

Fíjate en este dato a la hora de comprarlo.  Y sobre todo, ten mucho cuidado a la hora de aplicarte la crema facial o de tocarte los ojos inmediatamente.

Repetir la aplicación cada dos horas 

Cuando tomamos el sol durante varias horas lo recomendable es aplicar el factor de protección cada dos horas.

Te contamos un truco: combinar, que no sustituir, la aplicación del protector vía tópica (en crema, spray, aceite…) con la vía oral ¡la nutricosmética también protege del sol porque es rica en antioxidantes!

Por supuesto, no olvides complementos como sombreros, gorras, gafas de sol, así como prendas de algodón transpirables  para el calor pero que no filtren los rayos de sol para tener un bronceado y la piel protegida este verano.