Cinco claves para escoger tu crema facial de cuidado diario

¿En qué te fijas a la hora de escoger tu crema facial de cuidado diario?

La gran variedad de productos que hay en el mercado nos impiden muchas veces hacer la elección óptima.

Normalmente, buscamos aquellas que están indicadas para nuestro tipo de piel: seca, grasa, madura, sensible o mixta.

Y no nos fijamos en mucho más.

Pero hay otros factores que deberías tener en cuenta antes de probar con unos y otros productos que, sin darte cuenta, no están satisfaciendo las necesidades de tu piel. Y lo que es peor, que podrían provocarte reacciones alérgicas o manchas.

Porque las cremas no solamente hidratan sino que protegen del sol, evitan la aparición de manchas o un tono uniforme y disimulan imperfecciones o la profundidad de las arrugas.

Así es que, toma nota y ten en cuenta estas claves a la hora de escoger tus cremas para el rostro.

1) Identifica tu tipo de piel real

Está claro que lo primero a tener en cuenta es tu tipo de piel.

¿Es mixta, seca o grasa?

A veces, nos confundimos y lo que parece una piel seca en realidad es deshidratada. Aquí puedes ver los síntomas de que tu piel está deshidratada.

O quizás no la tengas grasa sino mixta (una mezcla de ambas, más grasa en la zona T de frente, nariz y mentón).

Por eso, te recomendamos que siempre acudas a profesionales para que te hagan un diagnóstico gratuito.

En esos diagnósticos no solo sabrás qué tipo de piel tienes sino que te darán más información para que puedas seguir los cuidados específicos que necesitas si quieres una piel más saludable y bonita.

2) Ten en cuenta la edad de tu piel

Nos guste o no, los cuidados que necesitamos con 20 años no son los mismos que los que requieren los 30 ó los 40.

A partir de los 25 la producción natural de colágeno y elastina se va ralentizando y eso se aprecia en la falta de tersura y luminosidad de la piel y en la aparición de las primeras líneas de expresión.

Por eso, las cremas que debes usar con cierta edad no serán las mismas que las que te has aplicado en tu adolescencia o juventud.

Y si ya tienes una piel madura, también tenlo en cuenta para optar por ingredientes que nutran más en profundidad.

En este sentido, un diagnóstico profesional también te ayudará. Porque quizás tienes una piel más joven de tu edad real o al revés.

3) Productos testados y con evidencia científica

El precio de la cosmética no solo está en la marca o en los ingredientes que utilice. Lo que más influye es la investigación que hay detrás antes de sacar los productos al mercado.

Ese sello habitual de “testado dermatológicamente” está en muchas cremas, pero no todas llevan los mismos estudios ni años de investigación.

Algunas como CellCosmet, Esthederm o Baumann, están supercontroladas y son totalmente seguras.

No quiere decir que los productos no testados puedan provocar daños serios en tu piel, pero tampoco te darán resultados. Al fin y al cabo, si usas cosmética es porque quieres apreciar beneficios y porque sabes que tu piel necesita cuidado diario, ¿no?

Así es que, si todavía no eres fan de este tipo de cosmética más avanzada, prueba con alguna de estas marcas  y tú misma verás la diferencia después de unas semanas de uso.

4) Protección solar incorporada

El sol es bueno para los huesos porque ayuda a sintetizar la vitamina D, pero su exceso sabemos de sobra que es contraproducente para la piel.

El envejecimiento prematuro y la aparición de manchas son las consecuencias más comunes de una exposición inadecuada a los rayos solares.

Aunque no te expongas al sol o no sean meses de calor, elige cremas con factor de protección solar. En invierno, al menos con un FPS15 y en verano más alto, también en función de tu fototipo de piel, de la zona donde vivas y el tiempo de exposición directa o indirecta.

Muchos cosméticos faciales llevan incorporada esa protección.

5) La composición de la crema

Saber leer el etiquetado de una crema y entender su composición no es fácil. Porque hay nombres que ni siquiera conocemos y tampoco sabemos cuál es el porcentaje adecuado para que sean efectivas.

Pero no te dejes engañar por etiquetas como “crema con ácido hialurónico” o “con retinol” cuando en realidad la cantidad es tan pequeña que sus efectos son inexistentes.

En este post te especifican qué tipo de ingredientes deben llevar y cuáles es preferible evitar en una crema facial.

Hay marcas como Baumann, en su línea Skinident, que utilizan principios activos y componentes idénticos a los que tiene nuestra piel que vamos perdiendo con la edad.

Esa composición hace que el cosmético no produzca alergias ni reacciones indeseadas y que su uso sea eficaz sea cual sea el objetivo deseado.

Estas cinco claves son importantes a la hora de elegir tu crema facial de cuidado diario. Aún así hay una gran selección de productos a los que puedes recurrir en función de tu presupuesto, el formato del envase, la textura que más te guste o el olor.

¿Necesitas que te recomendemos una marca específica o un cosmético? Entonces solicita aquí tu asesoramiento gratuito.